miércoles, 26 de diciembre de 2018

Nuestro balance del año, para compartir con ustedes, nuestra familia extensa!



Se acerca fin de año y, al igual que muchas/os de ustedes, hacemos nuestro balance de lo que fue este año, el cual queremos compartir con todos los que nos acompañaron día a día.
Como equipo, seguimos fieles a nuestros valores de sensibilidad, empatía y calidez en el trato con cada familia que transitó por nuestro espacio, y también de calidad, eficiencia e idoneidad en el ejercicio profesional. Conservamos nuestra impronta, la de ser un equipo interdisciplinario de profesionales de la salud, pero sin que se desdibuje lo que somos en el fondo, personas, mujeres, mamás, familia.
Sostuvimos la publicación periódica de notas en nuestro Blog y tips en nuestras redes (Facebook e Instagram) sobre temáticas relacionadas al embarazo y al posparto con la intención de poder llevarles información actualizada, clara, práctica, que pudiera ser útil en la etapa que están transitando, no sólo para las mamás o futuras mamás sino también para todos aquellos que están a su lado.
Ampliamos nuestro equipo… siempre interdisciplinario, incorporando nuevas caras a nuestro servicio de Curso de Preparto: Lic. Diana Vargas Binder (Nutricionista) y Lic. Cecilia Ferro (Kinesióloga), Dra. Vanesa Lagger (Médica) y una participación más activa de la Dra. Natalia Tarif (Médica) y la Lic. Claudia Bonancea (Psicóloga), quien ahora se encuentra doblemente involucrada al apostar nuevamente a la maternidad.
Crecimos… y a nuestro servicio de Curso de Preparto agregamos Body Fit
Mamá, gimnasia para embarazadas, con el objetivo de cuidar durante esta etapa de su estado físico y emocional también ya que por la liberación de endorfinas se produce bienestar. Además, se pensó este servicio como una alternativa para aquellas mujeres embarazadas que quieren mantenerse activas y acompañadas pero aún no están en edad gestacional de realizar una preparación prenatal.
Nos renovamos… y planteamos nuevas propuestas para nuestro servicio Beautiful Body Mamá, de nutrición y estética corporal, destinado a embarazadas y mujeres en el posparto que quieran cuidar de su cuerpo de una forma saludable, no invasiva y contemplando la etapa que están transitando.
Tuvimos oportunidades… como la de participar en el “Ciclo de Talleres Mamás del Sur”, junto a Protectia y Diagnus/Fundación Luquez, con quienes brindamos el Taller de BLW - Alimentación Autorregulada por el bebé - y el Taller de Mindfulness para Embarazadas, una experiencia enriquecedora para nosotras junto a dos reconocidas instituciones de nuestro medio. También intervenimos con acciones de promoción por la semana de Parto Respetado junto a Baby Room, un tradicional local de indumentaria para niños de la zona sur de nuestra ciudad, y fuimos invitadas a realizar el Taller de Vínculo Temprano y Crianza con Apego en la localidad de Oncativo, de la mano de Esperándote.
Construimos lazos con emprendedores de nuestro medio… con quienes nos asociamos para realizar acciones conjuntas, como Ropita de Mundo, Reyes de la Paz, Moskit y María Roquero Fotografía… lo invitamos a que visiten sus páginas, conozcan sus productos/servicios y apoyen a estos emprendimientos locales.
Pero sobre todo… nos nutrimos de todos ustedes, la “familia extensa de Espacio Gestar”, de sus dudas que nos desafían a seguir capacitándonos, sus saberes y experiencias que nos enseñan, sus testimonios y pedacitos de vida que nos llenan de alegría… de todo aquello que renuevan nuestras energías y nuestro compromiso para continuar acompañando más familias en esta etapa mágica de la vida, la de la mapaternidad.

Estamos agradecidas con cada uno de ustedes que confió en nosotras, ya sea desde el lugar de familia o desde el lugar institucional. Gracias, mil gracias, sólo tenemos palabras de agradecimiento en este fin de año!

Y vamos por más…

El Equipo de Espacio Gestar._



  Ma Eugenia Eppens -  Lic. en Nutrición-
     Eliana D'Angelo - Medica de Familia-
 Julieta Frassoni- Lic en Kin. y Fisioterapia-
 Cecilia D'Angelo - Lic. en Psicología-
        



lunes, 3 de diciembre de 2018

Parto en movimiento


 A la mayoría de las mamás primerizas el trabajo de parto les puede resultar largo y fatigante, ya que si bien no puede predecirse con exactitud el tiempo necesario para alcanzar la dilatación completa y el nacimiento, son en general trabajos de partos prolongados.     
Hay estudios que respaldan que el mantenerte activa durante el período dilatante tiene numerosos efectos beneficiosos: reduce la duración del trabajo de parto, disminuye la necesidad de aplicación de anestesia epidural y minimiza la posibilidad de que el nacimiento termine en cesárea, entre otros. Es importante que seas tú quien pruebe y elija las posiciones más cómodas para atenuar las molestias de las contracciones, de esta forma mantenerte más tranquila y lograr un trabajo de parto con menos intervenciones médicas, más breve y menos doloroso. Incluso aunque elijas utilizar anestesia epidural, el movimiento sigue siendo igual de importante para facilitar el descenso de tu bebé.

Algunas de las posturas que puedes adoptar son:
·         Sentarte sobre pelotas y realizar algunos movimientos de cadera, lo que ayuda a disminuir la tensión del suelo pélvico y de la parte baja de la espalda.
·          Posiciones como la de cuatro apoyos acompañada de movimientos circulares con las caderas o parado con balanceo, las cuales facilitan el estiramiento de la zona baja de la espalda. 
·         Las posiciones en cuclillas, que pueden favorecer el descenso del bebé. 
·       Tomarse de la pareja o de los marcos de las puertas y encorvar tu espalda hacia atrás para relajarla.
·       Caminar,  lo que puede mejorar el ritmo de tus contracciones.

Tu pareja y/o acompañante puede ser de gran ayuda en este momento, manteniéndote calmada y relajada, dándote ánimo, aplicando sencillas técnicas de masaje en la zona la lumbar o las caderas, o tan solo ayudándote a que asumas la posición que deseas.
Conocer las distintas posturas que pueden utilizarse, sus ventajas y descubrir cuál funciona mejor para tu cuerpo, hará posible que la pongas en práctica más fácilmente en el trabajo de parto.

Informarte sobre el proceso que vivirás e incorporar gradualmente 
herramientas como el movimiento y la respiración, permitirán ayudarte
 a romper con el círculo miedo–tensión –dolor
 y tener una experiencia mucho más tranquila y agradable. 


Julieta Frassoni
Lic. en Kinesiología y Fisioterapia
MP 6265


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lunes, 12 de noviembre de 2018

Anemia: una complicación frecuente del embarazo


Si estás embarazada seguramente has escuchado hablar acerca de unas de las complicaciones más frecuentes durante esta etapa: la anemia por déficit de hierro o anemia ferropénica. En la Argentina, según los datos aportados por la Encuesta de Nutrición y Salud (2005), 3 de cada 10 mujeres embarazadas la padecen y aunque no suele ser una complicación seria, debemos prevenirla y/o tratarla oportunamente.
Para comprender mejor el tema, es importante conocer que la sangre está compuesta- entre otros elementos- por glóbulos rojos  que son un tipo de células sanguíneas que contienen una proteína rica en hierro (es la que le da el color rojo característico a la sangre) llamada hemoglobina, y tienen la importante tarea de llevar el oxígeno a todas las células del cuerpo. Cuando los valores de hierro son insuficientes, hay un número menor de glóbulos rojos y menor producción de hemoglobina y consecuentemente anemia ferropénica.
Es más habitual que se diagnostique en el segundo y tercer trimestre de embarazo debido a dos razones: por un lado la cantidad de sangre aumenta hasta un 50% en el cuerpo de la mujer, lo que provoca una mayor dilución de la hemoglobina en la sangre y por otro, la mayor demanda por parte del bebé y la placenta para lograr adecuado crecimiento y maduración.
Los síntomas pueden variar de una mujer a otra, e incluso no presentarse en caso de anemias leves. Entre los más habituales podemos mencionar: palidez, cansancio, debilidad, mareos, sudoración, vértigo, dolor de cabeza, taquicardia, respiración entrecortada, ansiedad, irritabilidad o problemas para concentrarte. Muchos de ellos son habituales en todas las embarazadas, por lo cual suelen confundirse con los de la anemia.

¿Cómo prevenir y/o tratar la anemia?  


  • Llevar una dieta que aporte  alimentos fuente de hierro: carnes rojas y blancas, legumbres (lentejas, garbanzos, soja, porotos), vegetales de hojas verdes (espinaca, acelga, brócoli, etc.), yema de huevo, cereales integrales (quinoa, trigo, avena, etc.) y alimentos fortificados.
  • Se recomienda incluir en cada comida alimentos ricos de vitamina C (pimiento, cítricos, kiwi, frutilla, tomate) ya que favorecen la absorción de hierro en el intestino; y evitar el consumo de aquellos que la entorpecen (café, té y alimentos ricos en calcio).
  • En caso de ingerir hierro como suplemento, lo ideal es tomarlo en ayunas o alejados de las comidas para su mejor aprovechamiento. Dado que muchas veces no es bien tolerado (puede producir efectos molestos tales como  nauseas, inflamación abdominal, diarrea o constipación con heces de color muy oscuro), es preferible ingerirlo en momentos  diferentes del día y observar cuándo es mejor tolerado.

Llevar una alimentación saludable con alimentos fuente de hierro, realizar los exámenes de control de manera periódica para un pronto diagnóstico e ingerir los suplementos en caso de que sean indicados, son las estrategias adecuadas para prevenir o tratar la anemia y favorecer tu estado de salud durante tu embarazo y el crecimiento  apropiado de tu bebé.

Ma Eugenia Eppens
Lic en Nutrición
MP 1409




Bibliografía:

-Evaluación del estado nutricional de niñas, niños y embarazadas mediante antropometría (Ministerio de Salud de la / Organización Panamericana de la Salud. 2009)
-Encuesta Nacional de Nutrición y Salud 2005. Documento de resultados 2007. Ministerio de Salud de la Nación, Argentina. 


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sábado, 3 de noviembre de 2018

Paternidad activa: cuando los padres se involucran



Desde hace unos años, se observa que los hombres vienen ejerciendo un “rol activo” en la paternidad y que esto conlleva múltiples beneficios en los niños, las madres y los mismos padres.
Las investigaciones sugieren la importancia que tiene la implicación de los padres en la crianza de los hijos para su desarrollo social, intelectual y emocional: estimula el crecimiento saludable, el desarrollo de la empatía y aptitudes sociales, fomenta un mejor rendimiento académico y disminuye los problemas emocionales y de conducta.
En cuanto a las madres, la presencia del padre influye positivamente en los cuidados de la salud materna pre y posnatales y en la experiencia del parto. Además, su participación activa en la crianza disminuye la tensión y el estrés que implica el cuidado de los hijos y del hogar, mejorando su calidad de vida. También alienta prácticas saludables de crianza como la lactancia materna, la vacunación y el cuidado en general de los niños.
Por otro lado, está comprobado que los padres activos son más felices, tienen una mejor salud física y mental, menos estrés y menor riesgo de sufrir accidentes y de abusar de alcohol y/o drogas.
Dado que, como se mencionó, los padres influyen en el desarrollo de sus hijos/as y esta experiencia tiene consecuencias tanto en sus propias vidas como en la de su familia, diferentes iniciativas se orientan a apoyar “la paternidad activa” y están haciendo de este cambio cultural cada vez más una tendencia.

Ser un padre activo es:
  •  Involucrarse en todos los momentos del desarrollo del hijo/a, desde el embarazo hasta la adolescencia inclusive, compartiendo desde el inicio este proceso con la madre. 
  • Participar activamente en las tareas diarias relacionadas con el cuidado y la crianza del hijo/a, las cuales variarán según su edad. Por ejemplo, el papá puede alimentarlo, higienizarlo, vestirlo, cuidarlo, hacerlo dormir, entretenerlo, pasearlo, calmarlo, leerle cuentos, prepararle la bolsita del jardín, ayudarlo en sus tareas escolares, acompañarlo a sus actividades extracurriculares, etc.
  • Compartir con la madre no sólo las tareas de cuidado y crianza del hijo/a sino también las tareas domésticas diarias.
  • Promover una crianza respetuosa a través del buen trato, el diálogo y el respeto con los hijos y la madre.

Si al involucrarse en el cuidado de sus hijos, los padres fomentan el desarrollo saludable de éstos y, al mismo tiempo, transforman sus propias vidas y la de su familia, habría que reflexionar entonces sobre la importancia de abrir más espacios de preparación integral para la paternidad.


Cecilia D’Angelo
Lic. en Psicología
MP 4933

Más información en:
Estado de la Paternidad. América Latina y el Caribe, Promundo, 2017.
Guía de paternidad activa para padres, Unicef, 2014.

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¿Estaré embarazada? Primeros síntomas del embarazo



Desde el día de la concepción se produce una variedad de cambios hormonales que acarrean múltiples síntomas en el cuerpo de la embarazada, los cuales son percibidos y vividos de manera distinta por cada mujer. Muchos de estos síntomas pueden ser notados incluso antes de tener un retraso en el ciclo menstrual.






Te contamos cuales son algunos de los primeros síntomas de embarazo más frecuentes:

- Ausencia  de la menstruación: también llamada amenorrea, es el síntoma típico y es lo que en general motiva a hacer algún test o prueba para comprobar la existencia del embarazo.
- Sangrado de implantación: es uno de los síntomas más tempranos y se produce por la ruptura de algunos vasos sanguíneos en el momento de la implantación en el útero. Este sangrado tiene que ser menor que el del ciclo menstrual y, si se presenta, habitualmente dura uno o dos días.
-Tensión y dolor en los pechos: las mamas pueden hincharse, aumentar de tamaño y  variar su  sensibilidad. Por otra parte, los pezones también pueden aumentar de tamaño, la aréola se agranda y se oscurece y se desarrollan unos pequeños granitos alrededor del pezón, llamados tubérculos de Montgomery, los cuales tienen la función de protegerlo y lubricarlo durante la lactancia.
- Cansancio y somnolencia: la sensación de fatiga se debe  a un aumento de los niveles de la hormona progesterona, malestar que suele mejorar durante el segundo trimestre del embarazo para volver a intensificarse al final de la gestación.
- Náuseas y vómitos: si bien pueden aparecer en cualquier momento del día, son más frecuentes por la mañana, y suelen acompañarse por aversión a algunos olores y sabores. 
- Antojos y acidez: lo sufren más de un 70% de las embarazadas, pueden empezar pronto, debido a los cambios olfativos y hormonales. También es frecuente la presencia de acidez.
- Ganas de orinar con frecuencia: durante la gestación se produce un  aumento de  la cantidad de sangre que circula por el cuerpo, lo que ocasiona un mayor trabajo para los riñones y un aumento en el número de micciones. Esto se hace más notorio aún en el tercer trimestre, debido a la presión que ejerce el útero  sobre la vejiga, disminuyendo su capacidad de reservorio de orina.
- Hinchazón abdominal y estreñimiento: la elevada concentración de progesterona, responsable de la relajación del tono muscular, causa también una relajación de la actividad del intestino.

Recuerda que no todos los organismos se comportan de la misma manera, por lo cual muchos de los primeros síntomas propios de un embarazo pueden presentarse de manera diferente en cada mujer y a la vez estar influenciado por su estilo de vida, su trabajo y sus hábitos de rutina. Reconocerlos y saber que son esperables te permitirá transitar esta etapa de una manera más tranquila.


                
Med. D’Angelo, Eliana
Esp. Med. Fliar y General
MP 32569




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lunes, 10 de septiembre de 2018

Método BLW o Alimentación autorregulada por el bebé


A partir de los 6 meses comienza una nueva etapa en la vida del bebé, es momento de incorporar alimentos diferentes a la leche materna o de fórmula y algunos padres tienen definido que van a dar inicio con el clásico método de papillas, pero otros han escuchado hablar del método BLW (Baby Led-Weaning) o Alimentación autorregulada por el bebé y la eligen como una opción diferente.
Qué es el BLW?
Es un método que promueve la incorporación de alimentos sólidos respetando la autonomía y los tiempos del bebé, siendo éste quien define qué, cómo y cuánto comer, delimitando el rol del cuidador a acompañar el proceso y brindar una oferta saludable, variada y segura de alimentos que formen parte de la mesa familiar habitual. Respeta el principio de “alimentación a demanda” recomendada para la lactancia materna favoreciendo que sea el niño quien regula su alimentación a partir de las señales innatas de hambre y saciedad.
Una de las características principales de este método es el ofrecimiento de trozos de alimentos de textura y tamaño adecuado que permiten al bebé tomarlos por su cuenta y llevarlos a la boca, primero con sus manos y posteriormente con cuchara.
Uno de los principales temores a la hora de elegir BLW es el atragantamiento del bebé, por ello se recomienda que siempre se cumplan unas simples medidas de seguridad. A la vez, es conveniente que independientemente del método de introducción de alimentos sólidos que se elija, los cuidadores conozcan la maniobra que se practica en caso de que un hecho de este tipo suceda, dado que la probabilidad de atragantamiento es la misma con cualquier de ambos métodos.

Recomendaciones para practicar BLW de manera segura:

  • El bebé debe estar sentado y erguido para comer
  •  No ofrecer alimentos redondos duros, de trozos muy pequeños y quitar las semillas o carozos (frutos secos o semillas enteras, aceitunas enteras, manzana y zanahoria cruda, uvas enteras, etc.)
  • No forzar al bebé y nunca meter de manera obligada comida en su boca, solo el bebé es quien la introduce.
  • Evitar distracciones a la hora de la comida (Tablet, tv, celular)
  •  Mantener la calma ante la presencia de arcadas (evitar gritar o asustarlos)
  •  No dejar solo al bebé mientras come, nunca!
  •  No sujetarlo a la sillita de comer
                                                                 Algunos beneficios del BLW…
    Fomenta la independencia y la autoconfianza del bebé
    Le permite vivenciar una experiencia sensorial: descubre sabores, texturas, colores y olores.
    Favorece la motricidad del bebé: adquiere la capacidad de masticar de manera natural y mejora la coordinación ojo-mano-boca
    Se incorpora naturalmente a la mesa familiar, favoreciendo los vínculos, la socialización y evitando peleas o momentos desagradables a la hora de comer



Independientemente del método de incorporación de alimentos que los papás elijan implementar con su bebé, es esencial que estén convencidos de cuál es la mejor opción; para ello informarse, conocer beneficios y riesgos, hacer una consulta a un profesional experto en el tema son fundamentales para vivir esta etapa de manera amorosa en el seno de la familia.



 
Ma Eugenia Eppens
Lic. en Nutrición
MP 1409

miércoles, 22 de agosto de 2018

Manchas y cambios en la piel durante el embarazo

En el transcurso del embarazo es frecuente notar algunos cambios en la coloración de la piel. Esto es el resultado de cambios característicos de la gestación en la que aumentan los niveles de estrógenos y progesterona, hormonas que estimulan la formación de la melanina (una sustancia que pigmenta la piel), lo cual puede producir estas manchas oscuras, conocidas comúnmente como "máscara" o "paño del embarazo" (aunque su nombre médico es cloasma o melasma).
Estas  manchas suelen aparecer alrededor del labio superior, la nariz, los pómulos y la frente, y algunas veces adoptan de verdad la forma de una máscara. También pueden aparecer en las mejillas o en el contorno inferior de la mandíbula, así como en los antebrazos y en otras partes del cuerpo que estén expuestas al sol.
A la vez, las zonas de la piel que de por si tienen más pigmentación tales como los pezones, pecas, cicatrices y la piel alrededor de los genitales, es posible que se ponga aún más oscura durante el embarazo; lo que también suele suceder en zonas propensas a los roces, como las axilas y la parte interna de los muslos.
También puede aparecer una línea oscura que va desde el pubis hasta el ombligo conocida por línea nigra, lo curioso es que esta línea esta presente antes del embarazo, se la denomina línea alba, sin embargo, es probable que ni siquiera la hayas notado  debido a que es del mismo color que el resto de la piel.
Estos cambios en la pigmentación de la piel suelen volver poco a poco a su tonalidad normal unos meses  después del parto, aunque en algunas mujeres los cambios nuncadesaparecen por completo.
Te brindamos algunas tips para cuidar tu piel que pueden reducir y/o evitar de manera segura la aparición de manchas:
·   Usa un protector solar 30 o mayor todos los días, esté o no soleado, y aplícalo varias veces sobre la piel a lo largo del día si te encuentras al aire libre.
·    Cúbrete y usa sombreros de ala ancha y blusas de mangas largas, la exposición a los rayos ultravioletas (UV) del sol intensifica los cambios en la pigmentación.
·    Limita el tiempo que pasas al sol, especialmente entre las 10:00 de la mañana y las 14:00 de la tarde.
· Usa productos de limpieza y cremas faciales suaves, los productos que irritan la piel pueden hacer que el problema empeore.

· Usa un maquillaje que disimule el problema.

Si quedan todavía manchas en la piel después de algunos meses de dar a luz, no dudes en hablar con tu médico o con un dermatólogo y él te brindará información sobre las opciones de tratamiento que tienes. 



Julieta Frassoni
Lic en Kinesiologia y Fisioterapia
MP 6265


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lunes, 30 de julio de 2018

Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL): ¿Cómo prevenirlo?


El síndrome de muerte súbita del lactante, también conocido como «muerte de
cuna», es la muerte de un bebé menor de un año de edad, que ocurre generalmente durante el sueño, sin causa aparente.
Si bien la causa es desconocida, hay estudios que evidencian que podría estar relacionado con defectos en el área del cerebro del bebé encargada de controlar la respiración y la vuelta al estado de vigilia.
Se describen algunas situaciones que conllevan un mayor riesgo de padecerlo: prematurez  o bajo peso, gemelos, el antecedente de haber sufrido un episodio que aparentemente puso en riesgo la vida, algunos grupos étnicos (norteamericanos, afroamericanos), el sexo masculino, un intervalo corto entre un embarazo y otro, la falta de cuidado prenatal, entre otros. 
Sin embargo, que no se sepa exactamente la causa, no quiere decir que no pueda hacerse nada para prevenirlo. 
Actualmente, múltiples organizaciones respaldan las siguientes recomendaciones:
  • Posición boca arriba para dormir: ésto no es necesario cuando tu bebé está despierto o cuando se puede mover hacia ambos lados sin ayuda. Al acostarlo boca arriba puede provocar plagiocefalia o síndrome de la cabeza plana. Para evitarlo se aconseja girar su cabeza hacia los costados cuando está durmiendo y ponerlo boca abajo, sobre su pancita, cuando está despierto, ya que esto además lo ayudará a ejercitar los músculos de la nuca e incrementar el sostén de su cabeza.
  • Mantener la cuna lo más vacía posible: utiliza un colchón firme, sin almohadas, juguetes ni muñecos de peluche  que puedan interferir en la respiración.
  • No abrigar excesivamente al bebé. Al acostar al bebé, acomodarlo para que
    quede con sus brazos por fuera de la ropa de cama. La Academia Americana de Pediatría sugiere la utilización de bolsas de dormir para bebés y frazadas para vestir (en las que la cabeza del bebé y sus bracitos quedan por fuera), ya que evitan el riesgo de que el bebé quede con la cabeza cubierta por la ropa de cama.
  • Compartir la habitación con el bebé por lo menos durante los seis primeros meses y de ser posible, hasta por un año. Distintas organizaciones de salud consideran que el lugar más seguro para que duerma un bebé es en la misma habitación de los padres pero en su cuna (lo que se denomina cohabitación). Unicef recomiendan elegir cunas adosadas a la cama.
  • En lo posible, mantener la lactancia materna en forma exclusiva los primeros 6 meses y sostenida hasta los 2 años de edad.
  • Ofrecer chupete una vez que la lactancia esté ya establecida: ten la precaución de no usar la cinta o correa durante la siesta o por la noche.
  • Evitar la exposición al tabaco: se recomienda un ambiente libre de humo, incluso desde la gestación.

Desde el embarazo es posible minimizar los riesgos de este síndrome, al evitar el tabaco y los ambientes con humo de cigarrillo, el consumo de alcohol y drogas y realizar los controles prenatales indicados.

Es importante que puedas compartir estas recomendaciones con  todos los cuidadores!


                
 D’Angelo, Eliana
 Esp. Med. Familiar y General
MP 32569


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