lunes, 30 de julio de 2018

Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL): ¿Cómo prevenirlo?


El síndrome de muerte súbita del lactante, también conocido como «muerte de
cuna», es la muerte de un bebé menor de un año de edad, que ocurre generalmente durante el sueño, sin causa aparente.
Si bien la causa es desconocida, hay estudios que evidencian que podría estar relacionado con defectos en el área del cerebro del bebé encargada de controlar la respiración y la vuelta al estado de vigilia.
Se describen algunas situaciones que conllevan un mayor riesgo de padecerlo: prematurez  o bajo peso, gemelos, el antecedente de haber sufrido un episodio que aparentemente puso en riesgo la vida, algunos grupos étnicos (norteamericanos, afroamericanos), el sexo masculino, un intervalo corto entre un embarazo y otro, la falta de cuidado prenatal, entre otros. 
Sin embargo, que no se sepa exactamente la causa, no quiere decir que no pueda hacerse nada para prevenirlo. 
Actualmente, múltiples organizaciones respaldan las siguientes recomendaciones:
  • Posición boca arriba para dormir: ésto no es necesario cuando tu bebé está despierto o cuando se puede mover hacia ambos lados sin ayuda. Al acostarlo boca arriba puede provocar plagiocefalia o síndrome de la cabeza plana. Para evitarlo se aconseja girar su cabeza hacia los costados cuando está durmiendo y ponerlo boca abajo, sobre su pancita, cuando está despierto, ya que esto además lo ayudará a ejercitar los músculos de la nuca e incrementar el sostén de su cabeza.
  • Mantener la cuna lo más vacía posible: utiliza un colchón firme, sin almohadas, juguetes ni muñecos de peluche  que puedan interferir en la respiración.
  • No abrigar excesivamente al bebé. Al acostar al bebé, acomodarlo para que
    quede con sus brazos por fuera de la ropa de cama. La Academia Americana de Pediatría sugiere la utilización de bolsas de dormir para bebés y frazadas para vestir (en las que la cabeza del bebé y sus bracitos quedan por fuera), ya que evitan el riesgo de que el bebé quede con la cabeza cubierta por la ropa de cama.
  • Compartir la habitación con el bebé por lo menos durante los seis primeros meses y de ser posible, hasta por un año. Distintas organizaciones de salud consideran que el lugar más seguro para que duerma un bebé es en la misma habitación de los padres pero en su cuna (lo que se denomina cohabitación). Unicef recomiendan elegir cunas adosadas a la cama.
  • En lo posible, mantener la lactancia materna en forma exclusiva los primeros 6 meses y sostenida hasta los 2 años de edad.
  • Ofrecer chupete una vez que la lactancia esté ya establecida: ten la precaución de no usar la cinta o correa durante la siesta o por la noche.
  • Evitar la exposición al tabaco: se recomienda un ambiente libre de humo, incluso desde la gestación.

Desde el embarazo es posible minimizar los riesgos de este síndrome, al evitar el tabaco y los ambientes con humo de cigarrillo, el consumo de alcohol y drogas y realizar los controles prenatales indicados.

Es importante que puedas compartir estas recomendaciones con  todos los cuidadores!


                
 D’Angelo, Eliana
 Esp. Med. Familiar y General
MP 32569


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lunes, 9 de julio de 2018

Colecho: una práctica de crianza controvertida


Desde la antigüedad existe una práctica frecuente en todos los estratos sociales: el colecho. Pero… ¿Qué es el colecho? es el hecho de que un bebé/niño comparta la cama con un adulto, todas o casi todas las noches y un mínimo de 4 horas.
¿A qué se debe que sea una práctica tan frecuente? A que el colecho se relaciona con la posibilidad del descanso nocturno de la madre y el estilo de crianza (crianza con apego).
Pero más allá de lo que sucede en la vida diaria familiar, en la actualidad es una práctica que genera controversias. Por un lado, se dice que el colecho interfiere con la vida de pareja, lo cual es un mito.
Por otro lado, se lo ha asociado al síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y al riesgo de asfixia y aplastamiento. Sin embargo, hay investigaciones que evidencian que el colecho favorece la lactancia materna nocturna y prolongada, lo cual es un factor preventivo del SMSL. Además de otros beneficios como la sincronización del sueño mamá-bebé, lo que posibilita un mejor descanso, menores episodios de llanto, mejor termorregulación y estabilidad cardiorespiratoria y oxigenación del niño.
Con lo cual no se puede condenar la práctica del colecho a priori como una práctica peligrosa. El peligro reside en las particulares circunstancias en las que se lo practica, las que pueden convertirlo tanto en una experiencia biopsíquica enriquecedora para el binomio mamá-bebé como en una situación peligrosa.

Tips para un colecho seguro(según Unicef, Organización Mundial de la Salud y Sociedad Argentina de Pediatría):
  •  No se debe fumar en la habitación ni practicar colecho si alguno de los padres fuma.
  •  La habitación no debe estar muy caliente (entre 18° y 20°) ni el bebé sobreabrigado.
  •  Las mantas no deben sobrecalentar al niño ni cubrirle la cabeza. Tampoco debe haber riesgo de que el bebé se deslice debajo de las mantas, o tenga contacto con las almohadas.
  •  El colchón debe ser firme y liso.
  • El bebé debe dormir boca arriba, sin riesgo de caerse de la cama o quedar atrapado entre la cama y la pared.

Es importante tener en cuenta que no se recomienda dormir con el bebé si nació prematuro o a término pero con bajo peso. Tampoco si la mamá (o el adulto que colecha) está inusualmente cansada, tiene alguna condición/enfermedad que disminuya su grado de conciencia por el bebé, ha bebido alcohol o consumido alguna droga que pueda provocarle somnolencia. Por último, no se aconseja colocar al bebé en el medio de ambos padres; tampoco hacer colecho con hermanos/as u otros familiares.

En la actualidad, distintas organizaciones de salud consideran que el lugar más seguro para que duerma un bebé es en la misma habitación de los padres pero en su cuna (lo que se denomina cohabitación). Unicef recomiendan elegir cunas adosadas a la cama.

Sin embargo, si decides compartir la cama con tu bebé, informarte y propiciar un sueño seguro es la forma de cuidarlo.

                                                                    
Cecilia D’Angelo

 Lic. en Psicología
     M.P. 4933


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