El mejor momento para empezar una rutina de
ejercicios después del parto varía de una mujer a otra. Muchos obstetras sugieren
esperar de cuatro a seis semanas después del nacimiento del bebé, antes de
comenzar a hacer ejercicio. Aunque se puede empezar antes si uno se siente
bien, siempre y cuando se haga de forma segura y adecuada.
En términos generales, la mamá que hizo ejercicio
a lo largo de todo su embarazo y tuvo un parto vaginal normal, puede realizar
sin problemas la actividad física que hacía unos días después de dar a luz, o
al menos ejercicios livianos, tales como caminar, hacer flexiones de brazos o
de pecho modificadas y practicar estiramientos. Una semana después del parto
podrá hacer caminatas a un ritmo de lento a moderado. Para aquellas mamás que no se mantuvieron activas durante el embarazo
o redujeron su rutina de ejercicios a medida que avanzaban las semanas, se
sugiere que comiencen a moverse de a poco y consulten al médico antes de reanudar
una rutina de entrenamiento.
Posterior a una cesárea, lo indicado es esperar de seis a
ocho semanas antes de hacer ejercicio. No obstante, es aconsejable hacer
caminatas a paso lento dado que ayuda a la recuperación y contribuye a prevenir
complicaciones como por ejemplo coágulos de sangre. Empezar a ritmo pausado y
espaciar las salidas en días alternos, con paseos de unos veinte minutos como
máximo al principio es lo recomendado. Conforme se vayan fortaleciendo los
músculos se podrá ir aumentando el tiempo y el ritmo. Ejercitarse mejora la circulación de las piernas y favorece
una menor retención de líquidos.
Pasados los primeros cuarenta días,
y antes de que se comience con la práctica de ejercicios aeróbicos más intensos
o de tonificación (lo que debe hacerse de forma progresiva), hay que dedicar tiempo a fortalecer la zona pélvica. Ésto puede hacerse mediante los ejercicios
de Kegel, que seguramente has practicados en el embarazo.
Como todavía es pronto para acudir al
gimnasio, se puede practicar rutinas suaves de yoga o pilates en casa si se
conoce la técnica, poniendo más atención en la respiración y en la adquisición de una
mejor postura corporal y no tanto en trabajar abdominales o glúteos, que es
mejor reservar para más adelante.
Es primordial aprender a escuchar el cuerpo y nunca
obligarle a moverse más de lo que puede. Un progreso de forma gradual evita
riesgos y permite conseguir, aunque en
un tiempo mayor, buenos resultados.
Con paciencia y valorando los cambios que progresivamente se irán
produciendo en tu cuerpo, conseguirás no solo verte mejor sino también ganar en
salud y llenarte de la energía necesaria que tu nueva situación de mamá
requiere.
Lic. en Kinesiología y Fisioterapia
MP 6265
MP 6265
Si te gustó esta nota,seguramente te puede interesar leer: http://espaciogestar.blogspot.com/2016/09/peso-despues-del-embarazocomo-perderlo.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario