domingo, 27 de octubre de 2019

Constipación en el embarazo: ¿cómo manejarlo?


Es conocido que el cuerpo de la mujer durante el embarazo transita múltiples cambios y  adaptaciones que acompañan el crecimiento y desarrollo de su bebé. Uno de estos cambios habituales, que suele presentarse en una de cada tres embarazadas es la constipación o estreñimiento.
Este síntoma suele ser más frecuente en multíparas y se agudiza en el segundo y tercer trimestre de embarazo.
Durante esta etapa se dan un conjunto de factores que predisponen a esta condición:
  • Efecto de la progesterona: esta hormona provoca una disminución de la motilidad del intestino, lo que retarda el vaciamiento gástrico y provoca un efecto relajante en los músculos del intestino, a la vez que inhibe la acción de la hormona motilina (que se encarga de estimular el movimiento del intestino).
  • Presión del útero sobre el intestino: el bebé a medida que crece comprime, aplasta el intestino grueso o colon.
  • Reabsorción de agua: el tránsito de alimentos a través del sistema digestivo es más lento, lo que favorece mayor reabsorción de agua en el colon, lo que provoca un mayor endurecimiento de las heces.
  • Ingesta de suplementos de calcio, hierro o antiácidos: pueden acrecentar o empeorar la constipación.
  • Falta de ejercicio físico.



¿Qué medidas adoptar para evitar a paliar el estreñimiento?
Alimentación: fraccionar la alimentación diaria en varias tomas al día, masticar bien los alimentos y comer con calma. También aumentar el consumo  de alimentos fuente de fibra tales como legumbres, vegetales, frutas, cereales integrales. Si el consumo habitual de estos grupos de alimentos es bajo, se sugiere incorporarlos de manera paulatina para evitar distención, flatulencia y malestar. A la vez, se recomienda aprender técnicas para favorecer la tolerancia y mayor aprovechamiento de nutrientes tales como remojado, activado, etc.
 Ejercicio regular: actividades como caminar, natación, bicicleta fija,  yoga se recomienda de  manera regular para embarazadas  inactivas ya que se ha observado un aumento de la motilidad intestinal.
Correcto hábito intestinal: se recomienda que la embarazada adquiera un patrón defecatorio regular, por lo que se sugiere intentar evacuar al levantarse o después comidas, destinar tiempo necesario, permaneciendo en el inodoro por períodos cortos y con esfuerzo de pujo moderado  y evitar diferir el momento de necesidad evacuatoria, es decir, no dejarlo para más tarde.
Hidratación: consumir al menos 8 vasos de agua al día, es importante para acompañar la ingesta aumentada de fibra, para que esta última tenga el efecto que se desea.


Poner en práctica estas estrategias puede ayudarte a aliviar los síntomas y molestias para que sobrelleves mejor esta etapa. En el caso de que el estreñimiento sea persistente, lo mejor es realizar una consulta con tu médico y una interconsulta con un nutricionista para que puedan evaluar la situación y recomendarte un tratamiento oportuno.

 
Ma Eugenia Eppens
Lic. en Nutrición
MP 1409





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