lunes, 10 de mayo de 2021

El sueño del bebé, imprescindible para la vida

 

El sueño es un fenómeno complejoimprescindible para que los niños y niñas puedan alcanzar un adecuado desarrollo neurológico y emocional y un óptimo crecimiento físico.

Son muy frecuentes las consultas relacionadas con la “normalidad del sueño” o los “trastornos del sueño”, situaciones que muchas veces son vividas por la familia con incertidumbre y angustia. Para poder acompañar adecuadamente las diferentes etapas del sueño del bebé, es importante comprender que el mismo va fuertemente ligado a sus necesidades (alimentación, mantener alerta a su cuidador, maduración, aprendizajes, etc.)

A medida que los niños crecen, las características del sueño se van modificando no sólo en su duración, sino también en cómo se organiza (siestas diurnas y duración de sueño nocturno) y en la capacidad de ir agregando fases sucesivas de sueño. 

Desde la vida intrauterina se alternan dos estados del sueño:  sueño No REM (de ondas lentas), en el cual prima el sueño profundo y el descanso físicamente reparador; y el sueño REM  (movimientos oculares rápidos), en el que predomina el sueño superficial y el aprendizaje. Las duraciones de estos ciclos de sueño son más cortos en bebés y niños que en los adultos y se acompañan de microdespertares que, a medida que crecemos, vamos aprendiendo a autorregular.

Para poder acompañar a nuestros hijos en el logro del sueño de manera adecuada y segura, es importante estar tranquilos y así transmitirles seguridad. Algunas recomendaciones son:

  • Establecer una rutina antes de ir a dormir: luces bajas, música suave, un baño relajante, la lectura de un cuento: algo que le permita al niño ir asociando ese estímulo con la hora de ir a la cama.
  • Acostarse y levantarse todos los días, aproximadamente, a la misma hora.
  • Adaptar las siestas a su edad y necesidades de desarrollo. 
  • Mantener condiciones ambientales adecuadas para dormir (temperatura, ventilación, ruidos, luz)
  • Durante el primer año de vida, respetar las recomendaciones para la prevención de muerte súbita.
  • Evitar actividades estresantes y el uso de pantallas (TV, ordenador, móvil) en las horas previas a acostarse.

Diferentes etapas normales de desarrollo, como por ejemplo la angustia del octavo mes, así como situaciones que pueda estar atravesando la familia  pueden  producir alteraciones en el hábito de sueño del niño. Los mapadres debemos estar atentos a  estos cambios para acompañar de manera oportuna. 


  Cada bebé tiene necesidades de sueño específicas que puede coincidir o no con lo que como padres deseamos. Conocer las características del sueño a lo largo de la infancia nos permitirá acompañar amorosamente esta etapa.


 


D`Angelo, Eliana

Esp. en Med Gral y de Flia

MP 32569

 

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