Blog sobre embarazo, parto, posparto, maternidad y crianza. Servicios para la mujer: curso preparto, gimnasia para embarazadas y mamás con bebés, estética corporal, talleres de preparación a la maternidad, consultorios de salud (nutrición, psicología, kinesiología y fisioterapia, lactancia materna).
miércoles, 28 de diciembre de 2016
Espacio Gestar: Curso Preparto
Etiquetas:
Cuidados en el embarazo,
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Parto,
Preparación prenatal,
Profilaxis Perinatal
jueves, 22 de diciembre de 2016
Dolor durante el trabajo de parto...el rol de la anestesia peridural
Si bien
la percepción del dolor varía de una mujer a otra, la mayoría de las mujeres
manifiestan experimentar un dolor severo durante el trabajo de parto. Ante
ésto, es conveniente informarse acerca del dolor del parto, de las formas de
aliviarlo y de los métodos disponibles en el lugar donde seremos atendidos.
El uso
de la anestesia peridural ha aumentado en los últimos años. Este tipo de
anestesia proporciona alivio en la parte inferior del cuerpo sin perder el tono
muscular, permitiendo a la futura mamá estar consciente y más cómoda, física y
mentalmente para dar a luz.
Algunas
de las características de esta anestesia son:
- Se inyecta por fuera de la duramadre, uno de los ligamentos que cubre la médula espinal, en el denominado espacio epidural (por eso a este tipo de anestesia también se la denomina epidural).
- Empieza a hacer efecto en aproximadamente 20 minutos y funciona bien para procedimientos más largos o de duración incierta.
- Con frecuencia, se deja una sonda (catéter) pequeña en el lugar, lo que permite la colocación de la anestesia a medida que se necesite. A veces está la opción de la autoadministración, si bien la cantidad total se encuentra limitada para evitar sobredosificación.
- Requiere el monitoreo de los signos vitales de la mamá y del bebé.
Dentro
de sus ventajas, múltiples estudios evidencian que es muy efectiva,
permitiendo a la mamá, al ser una anestesia local, estar despierta en el parto
y alumbramiento y si bien una pequeña cantidad de medicación llega al recién
nacido, ésto no repercute en su vitalidad al nacer (no repercute negativamente
en el Puntaje de Apgar, test utilizado para evaluar la vitalidad de los recién
nacidos). Además, en caso de ser necesario, puede utilizarse para una cesárea
de urgencia o ligadura tubaria posparto.
Dentro
de sus desventajas se mencionan el tiempo de demora en hacer efecto, que
la disminución de la sensibilidad en la parte inferior del cuerpo suele
asociarse a una etapa de pujo de mayor duración, debilitando el reflejo de pujo
y aumentando la probabilidad de episiotomía o parto instrumentado; los dolores
de cabeza posteriores y reacciones alérgicas, entre otras.
No hay
una respuesta definitiva sobre si utilizar o no la anestesia peridural.
Recuerda que la percepción del dolor varía de mujer a mujer y es difícil de
preveer como transitarás tu trabajo de parto. El acompañamiento y las técnicas
de relajación y respiración son estrategias fundamentales para aliviar el dolor
que las contracciones implican. No dudes en consultar con tu médico las
opciones existentes de analgesia para así poder decidir de manera informada
como vivir el nacimiento de tu hijo.
Esp.
Medicina Familiar y General
MP
32569
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lunes, 21 de noviembre de 2016
PARTO RESPETADO: ¿Qué es? ¿Cuáles son mis derechos como madre?
Con
el fin de disminuir la mortalidad materno-neonatal, a principios del Siglo XX
se comenzaron a realizar los partos en los hospitales. Pero en ese mismo acto
se empezó a asociar con la idea de enfermedad y se transformó en "un acto
médico". El equipo de salud pasó a ser central en la toma de decisiones y
el uso de tecnologías y procedimientos se multiplicó. Las mujeres y las
familias aceptaron las normas que las instituciones imponían y con ello perdieron
protagonismo en el proceso de nacimiento de sus hijos. Y el parto natural se distanció mucho de algo “natural y centrando en la
familia”.
Fue a
partir de la declaración "El
nacimiento no es una enfermedad",
de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1985, cuando se inició el
proceso de transformación del modelo de atención y de recuperación del papel
activo de la mujer y su familia en relación al cuidado del embarazo y del
recién nacido. Y tiempo después, se empezó a hablar de "parto respetado" o "parto humanizado".
Pero…
¿qué significan estos términos? Hacen referencia a una modalidad de atención del parto que tiende a generar un espacio
familiar donde el nacimiento se desarrolle de la forma más natural posible,
siendo la mamá y su bebé los protagonistas. Se caracteriza por el respeto a los derechos que tienen los padres y los niños en el momento del
nacimiento, en concordia con los deseos y las necesidades de la familia
que está por tener un hijo, independientemente de si el parto es vía
vaginal o cesárea.
Si
hablamos de “respetar derechos”, es importante conocer con qué derechos cuentan
las familias en el proceso de nacimiento. Los mismos se encuentran comprendidos
dentro de la Ley Nacional de Parto
Humanizado Nº 25.929 (sancionada en
el 2004 y reglamentada por decreto 2035/2015), de aplicación tanto en el ámbito
público como privado de la atención de la salud, que promueve el respeto de
cada familia en sus particularidades (raza, religión, nacionalidad), considerándolas
como protagonistas del nacimiento de su hijo y acompañándolas en la toma de
decisiones informadas.
La Ley
de Parto Humanizado (Art. 2) sostiene que toda mujer tiene los siguientes derechos en
transcurso de su embarazo, trabajo de parto, parto y el postparto:
- A “ser protagonista de su propio parto”,
siendo considerada como persona sana.
- A “ser informada” sobre:
* La evolución de su parto y el
estado de su hijo o hija.
* Las intervenciones médicas, pudiendo
optar libremente cuando existieren diferentes alternativas, siempre y cuando no
comprometa la salud propia ni de su bebé. Algunos de los temas que se puede hablar
con el obstetra durante el embarazo son los referentes a parto
natural/inducción/cesárea, estrategias para calmar el dolor, episiotomía, forma
de transitar el trabajo de parto, etc.
* Los beneficios de la lactancia
materna y recibir apoyo para amamantar.
* Los cuidados de sí misma y del recién
nacido.
* Los efectos adversos del tabaco,
el alcohol y las drogas sobre el niño o niña y sobre ella misma.
- A “estar acompañada, por una persona de su
confianza y elección” durante el trabajo de parto, parto y postparto. Este
es uno de los puntos más importantes ya que el sostén familiar juega un papel clave
en el proceso de nacimiento. Hay evidencia de que la mujer que está acompañada
y contenida emocionalmente padece menos dolor y requiere menos medicación
durante el parto.
- Al
“parto natural, respetuoso de los tiempos
biológico y psicológico”, evitando las prácticas invasivas y el suministro
de medicación injustificado.
- A “tener a su lado a su hijo o hija durante la
permanencia en el establecimiento de salud”, siempre que el recién nacido
no requiera de cuidados especiales.
- A “no ser sometida a ningún examen o
intervención cuyo propósito sea de investigación”, salvo consentimiento
manifestado por escrito.
Asimismo,
esta ley establece también (Art. 3) que los
recién nacidos tienen derecho a ser tratados de forma respetuosa, a su
inequívoca identificación (lo cual es muy importante considerando que uno de
los miedos de los papás es que confundan a su bebé con otro), a la internación conjunta
con su madre en sala (otro punto importantísimo dado que se ha demostrado que
el vínculo temprano madre-hijo favorece el desarrollo físico y emocional del
niño) y a que sus padres reciban toda la información y asesoramiento necesarios
en relación a los cuidados para su crecimiento y desarrollo.
Por
último, la ley también refiere a los derechos
de los padre de niños recién nacidos en situación de riesgo (Art. 4), estableciendo
que tienen derecho a recibir información comprensible sobre la evolución de la
salud de su hijo, a tener acceso continuo a él mientras su estado clínico lo
permita, a continuar con la lactancia siempre que no incida desfavorablemente
sobre su salud y a recibir asesoramiento sobre los cuidados especiales de su
hijo.
Como
queda en evidencia, esta ley es un logro importante en lo que al respeto de los
derechos del parto se refiere, aunque parezca contradictorio hablar de
“humanizar el nacimiento de un humano”.
Muchas madres no reclaman por desconocimiento; conocer nuestros
derechos y los de nuestros hijos por nacer nos brinda herramientas para
hacerlos valer y tener un parto más respetuoso de nuestros deseos y nuestras
particularidades como familia.
Lic. en Psicología
MP. 4933
Ministerio de Salud, Presidencia de la Nación. S/f. Parto respetado. http://www.msal.gob.ar/index.php/contacto/354-parto-respetado
Suteba.
05/10/2015. Celebramos la reglamentación del parto respetado. http://www.suteba.org.ar/celebramos-la-reglamentacin-del-parto-respetado-14338.html
Unicef.
S/f. Parto humanizado - Ley nacional nº 25.929. https://www.unicef.org/argentina/spanish/ley_de_parto_humanizado.pdf
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lunes, 7 de noviembre de 2016
ACTIVIDAD FÍSICA DESPUÉS DEL PARTO: ¿Cuándo empezar? ¿Qué ejercicios hacer?
El mejor momento para empezar una rutina de
ejercicios después del parto varía de una mujer a otra. Muchos obstetras sugieren
esperar de cuatro a seis semanas después del nacimiento del bebé, antes de
comenzar a hacer ejercicio. Aunque se puede empezar antes si uno se siente
bien, siempre y cuando se haga de forma segura y adecuada.
En términos generales, la mamá que hizo ejercicio
a lo largo de todo su embarazo y tuvo un parto vaginal normal, puede realizar
sin problemas la actividad física que hacía unos días después de dar a luz, o
al menos ejercicios livianos, tales como caminar, hacer flexiones de brazos o
de pecho modificadas y practicar estiramientos. Una semana después del parto
podrá hacer caminatas a un ritmo de lento a moderado. Para aquellas mamás que no se mantuvieron activas durante el embarazo
o redujeron su rutina de ejercicios a medida que avanzaban las semanas, se
sugiere que comiencen a moverse de a poco y consulten al médico antes de reanudar
una rutina de entrenamiento.
Posterior a una cesárea, lo indicado es esperar de seis a
ocho semanas antes de hacer ejercicio. No obstante, es aconsejable hacer
caminatas a paso lento dado que ayuda a la recuperación y contribuye a prevenir
complicaciones como por ejemplo coágulos de sangre. Empezar a ritmo pausado y
espaciar las salidas en días alternos, con paseos de unos veinte minutos como
máximo al principio es lo recomendado. Conforme se vayan fortaleciendo los
músculos se podrá ir aumentando el tiempo y el ritmo. Ejercitarse mejora la circulación de las piernas y favorece
una menor retención de líquidos.
Pasados los primeros cuarenta días,
y antes de que se comience con la práctica de ejercicios aeróbicos más intensos
o de tonificación (lo que debe hacerse de forma progresiva), hay que dedicar tiempo a fortalecer la zona pélvica. Ésto puede hacerse mediante los ejercicios
de Kegel, que seguramente has practicados en el embarazo.
Como todavía es pronto para acudir al
gimnasio, se puede practicar rutinas suaves de yoga o pilates en casa si se
conoce la técnica, poniendo más atención en la respiración y en la adquisición de una
mejor postura corporal y no tanto en trabajar abdominales o glúteos, que es
mejor reservar para más adelante.
Es primordial aprender a escuchar el cuerpo y nunca
obligarle a moverse más de lo que puede. Un progreso de forma gradual evita
riesgos y permite conseguir, aunque en
un tiempo mayor, buenos resultados.
Con paciencia y valorando los cambios que progresivamente se irán
produciendo en tu cuerpo, conseguirás no solo verte mejor sino también ganar en
salud y llenarte de la energía necesaria que tu nueva situación de mamá
requiere.
Lic. en Kinesiología y Fisioterapia
MP 6265
MP 6265
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jueves, 29 de septiembre de 2016
MATERNIDAD, LA ETAPA DE TODOS LOS COLORES Cambios emocionales en el postparto
Después de nueve
meses, llega ese ser tan esperado, ese ser que con ansias deseamos tener en
nuestros brazos, mirar, cuidar, amar. Una etapa se cierra y una nueva comienza,
la de la maternidad.
Después de nueve
meses de soñar y de intentar prepararnos para ese nuevo título, el de “madre”,
la realidad nos encuentra no tan listas, no tan perfectas como quisiéramos y
llenas de emociones encontradas.
Con el
nacimiento de nuestro hijo no sólo nos colma la alegría y la felicidad
sino que también llegan un sinnúmero de “responsabilidades” y, con ello, miedo, dudas, ansiedades. Se
suman las noches en vela y el agotamiento.
También el sentir que el tiempo ya no nos alcanza y la sensación de que hemos
perdido muchos de los espacios-tiempos propios que teníamos.
Es que la
llegada de un hijo todo lo trastoca. Se produce en la familia una “crisis
vital”, una desorganización que implica la necesidad de una restructuración. Y
en nuestra persona, la incorporación de un nuevo rol, el de madre, con todas
las responsabilidades que ello conlleva y con todas las “emociones” que esto
genera. Emociones que a veces nos hacen sentir no-entendidas, agobiadas y de
las cuáles quisiéramos huir.
Pero te cuento dos secretos:
- A todas las mujeres les pasa esto. A unas más, a otras menos… pero a todas les sucede.
- Esto que sientes, ese vaivén emocional… pasa. El punto de equilibrio se vuelve a alcanzar y todo vuelve a la calma. No a la anterior, a la de antes del bebé, sino a una nueva.
¿Qué hacer mientras tanto para poder afrontar estos estados?
- Informarse, saber que es esperable sentirte así y no agobiarse por ellos, ya que son estados pasajeros.
- Exteriorizar los sentimientos, hablar de ellos.
- Dedicar un momento del día para una misma, mientras otra persona se ocupa del bebé.
- Pedir ayuda para no verse sobrecargada con las actividades diarias.
- Hablar con otras mamás recientes, que están atravesando una situación similar. Las actividades de posparto son una buena oportunidad de reunión donde se pueden compartir emociones y resolver dudas.
No nacemos sabiendo cómo ser mamás. En ningún lado está escrito tampoco como se es una “buena madre”. A ser madre se aprende durante la misma experiencia; luego de un proceso de asimilación y adaptación... y de atravesar emociones de todos los tipos y colores, se llega a ser la mejor madre que se puede ser.
Quizás no tan perfecta como la de los
cuentos, pero más real, más sana emocionalmente y más feliz.
Lic.
en Psicología
MP
4933
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miércoles, 14 de septiembre de 2016
Peso después del embarazo:¿Cómo perderlo de manera saludable?
En la nota anterior, la Dra. Eliana
D´Angelo nos introdujo al tema del puerperio, describiendo los primeros cambios
que transcurren en esta etapa y los cuidados que la mamá debe realizar una vez
que llega a su hogar.
Dando continuidad con la temática y para
profundizar sobre las transformaciones que se van sucediendo en el puerperio, en
esta oportunidad voy a abordar el tema de la retención de peso tras el parto
que se vincula de manera directa con los hábitos alimentarios y el estilo de
vida.
Preguntas tales como ¿Cuánto tiempo
me llevará bajar estos kilitos que me quedaron luego del parto?...¿Cómo hacer
para recuperar mi figura? …. ¿Puedo hacer una dieta restrictiva?...son entre
otros, interrogantes que en general, comienzan a hacerse las mamás transcurrido
el primer mes del nacimiento del bebé.
La ansiedad por recuperar de manera
rápida la figura, muchas veces, lleva a tomar decisiones que pueden tener un impacto negativo en la salud de la mamá
y la práctica de lactancia materna.
La recuperación de peso tras el
parto es variable y depende de diversos factores, entre los que cuentan el
estado nutricional previo al embarazo,la calidad de la alimentación y la realización de actividad física.
Sumando el peso que correspondía al
bebé y la placenta, al parto o cesárea le sucede una perdida rápida de peso
debido a que se pierde líquido y disminuye de tamaño el útero. Posteriormente,
el descenso de peso suele ser más gradual durante los seis meses subsiguientes;
se estima que en promedio las mujeres retienen un kilo de peso alrededor de los
doce meses de nacido su bebé si lo comparamos con el peso previo al embarazo, y
pueden llegar a una pérdida mensual de peso de entre 500 gramos y dos kilos. Es
importante destacar que estos datos son un promedio, por tanto se debe respetar
la individualidad, diferencias y características de cada mujer.
A la vez, es conveniente saber que
las mujeres que amamantan no deben someterse a dietas restringidas en calorías ni
ayunos prolongados, ya que el acto de amamantar les representa una gran demanda
de energía extra.
A la hora de pensar y planificar el
descenso de peso retenido post parto, se debe ser realista, respetar los
tiempos de recuperación y proponer objetivos acordes al momento del puerperio
en que se encuentra la mamá.
A continuación se describen 8 recomendaciones generales en lo referente a la alimentación:
- Realizar entre cuatro y cinco comidas diarias.
- Elegir productos con bajo contenido en grasa que aportan los mismos nutrientes pero menos grasa que sus equivalentes enteros.
- Consumir diariamente frutas, verduras y hortalizas crudas y cocidas para cubrir las necesidades de vitaminas y minerales, fibra dietética y agua. Estos alimentos aportan volumen a la comida con un bajo contenido calórico.
- Incorporar alimentos ricos en calcio (lácteos descremados, almendras, semillas de sésamo, soja).
- Incluir a la dieta una adecuada cantidad de proteínas de buena calidad (pescado, huevos, carnes magras o legumbres).
- Moderar el consumo de aceite (2 cucharadas soperas al día).
- Beber agua (aproximadamente 2 litros/día) para lograr una adecuadamente hidratación.
- Evitar el picoteo entre horas y el consumo de alimentos ricos en grasa y azúcares (como gaseosas o jugos con azúcar, productos de panadería, snacks, golosinas, helados de crema, etc.).
es
preciso respetar el curso natural del periodo postparto y considerar el
acompañamiento profesional para mantenerte sana.
Lic. en Nutrición
MP N° 1409
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miércoles, 31 de agosto de 2016
Puerperio: cambios y primeros cuidados
El puerperio, también llamado familiarmente cuarentena, es el período
que transcurre después del nacimiento y constituye una etapa de grandes cambios
para la mujer; dichos cambios se presentan tanto a nivel corporal, como
emocional y en su entorno social-familiar.
En esta oportunidad vamos a abordar puntualmente las modificaciones
corporales y funcionales que transcurren durante este período, así como también los cuidados que
debe tener la mamá.
El cuerpo de la mujer transita una serie de cambios ya que los órganos
que han intervenido en el embarazo y parto, inician un “camino” de regreso para
llegar hacia su estado anterior a la gestación.
Dentro de los cambios mencionados podemos señalar la involución del
tamaño del útero, la pérdida gradual de edemas, el descenso de peso en
distintas medidas, etc. Si bien la duración de esta etapa es variable, se
describe que los principales cambios físicos
tienen una duración de hasta 45 días posteriores al parto, mientras que
los emocionales tienen una duración mucho mayor.
La primera parte del puerperio, conocido como
“puerperio inmediato”, generalmente trascurre en la institución donde se llevó
a cabo el nacimiento del bebé; dado que es el periodo que mayor riesgo de
hemorragias acarrea, durante la internación y en el control posterior al alta, los profesionales del equipo de salud controlarán:
- Signos vitales: temperatura, pulso y tensión arterial. Involución uterina (el útero disminuye su tamaño a razón de 2 cm por día).
- Loquios (es el líquido vulvar formado por sangre y otros restos): características, cantidad y olor de los loquios. Duran 15-20 días aproximadamente, disminuyendo gradualmente de cantidad y aclarándose su color.
- Estado de las mamas, descenso del calostro o secreción láctea y ausencia de procesos inflamatorios.
Una vez que la mamá fue dada de alta y regresa al hogar debe continuar con los cuidados e higiene
adecuados para evitar complicaciones. Además, identificar y conocer situaciones
por las cuales debería consultar al obstetra. A continuación te brindamos algunas de ellos:
Cuidados de la región genital
- Lavado externo con agua hervida y jabón o desinfectante 1 ó 2 veces por día, en región anoperineovulvar a chorro de jarra al tiempo que con una gasa se enjuaga la región de adelante hacia atrás.
- Secar sin fricción y colocar apósito estéril.
Cuidados de cicatriz por cesárea
- Descubrir diariamente la herida, previa higiene de manos.
- Realizar cura plana con gasas estériles embebidas en alcohol u otro antiséptico recomendado.
- Observar signos de alarma como: dolor, rubor, tumefacción o secreción. Si aparece alguno de estos signos luego del alta a las 72 horas del post operatorio, consultar al centro de salud más cercano al domicilio.
- Cubrir nuevamente la herida con gasa estéril y seca, y sostener con cinta adhesiva, hasta el día siguiente.
- Antibióticos, en caso de ser necesarios y prescriptos por el médico
- Analgésicos
El puerperio es
un tiempo de recuperación, requiere de algunos cuidados y vigilancia tanto de
la propia mamá, como de la pareja o familiares que puedan acompañar durante
esta etapa.
La adecuada higiene, el descanso, la recreación y una alimentación completa y equilibrada son primordiales para poder transitar la adaptación
de la mejor manera posible.
Eliana D’Angelo
Medica MP 32569
Esp. en Medicina Familiar y General
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viernes, 5 de agosto de 2016
POSTURAS Y POSICIONES PARA AMAMANTAR
Cuando
se habla de lactancia materna dos palabras se suelen mencionar: “postura”
y “posición”. Pero… ¿se trata de dos
vocablos sinónimos?
Mientras
que “postura” hace referencia a la forma en que se coloca la madre para dar el
pecho, “posición” implica la
forma en que es colocado el bebé durante el amamantamiento.
Lo esperable con un recién nacido es que la mamá
pase muchas horas al día amamantando, por lo tanto buscar estar cómoda es una
premisa para prevenir el dolor de espalda y evitar la percepción de que
las tomas se hacen interminables. Es
buena idea tener preparado un espacio confortable para amamantar, puede ser un
sillón que disponga de almohadones para poder apoyar los brazos mientras se sujeta
al bebé o apoyar al bebé si ocasionalmente se necesita una mano libre. Un reposapiés,
para elevar levemente las piernas, ayuda a lograr una adecuada postura.
También es recomendable el prever tener a mano
todo aquello que se pueda necesitar mientras se amamanta (pañuelos, teléfono,
mando a distancia, libro, vaso de agua, etc.).
La postura más habitual es amamantar sentada o
estirada con el bebé frente a la madre, pero existen muchas otras maneras de amamantar.
POSICIÓN
DE CUNA: Es la
más habitual. No es una postura muy recomendada para las mamás a las que se les
realizó una cesárea, ya que el bebé puede ejercer demasiada presión sobre la
zona del abdomen en esta posición.
En caso de sentir dolor en el
pezón, observar si el bebé se ha deslizado hacia abajo y las rodillas están
dando hacia arriba, en vez de estar metidas cerca de tu costado.
§ La mamá se sienta
en una silla cómoda con apoyabrazos o una cama con almohadas.
§ Sostiene al bebé en
su regazo acostado de lado, de manera que su cara, estómago y rodillas queden
frente a frente.
§ La mamá coloca el
brazo inferior del bebé debajo del tuyo.
§ Si está amamantando
en el pecho derecho, sostener la cabeza del bebé en la curva del brazo derecho.
Usar el brazo y la mano para apoyar el cuello, la espalda y las nalgas del
bebé.
§ Mantener las rodillas del bebé pegadas contra
el cuerpo de la mamá.
POSICIÓN DE RUGBY: Esta es
la posición recomendada para las mujeres a las que se les ha practicado
cesárea. También es adecuada para los bebés que tienen problemas para prenderse
a la mama, ya que permite a la mamá guiar la cabeza del bebé. A las mujeres con
senos grandes o pezones planos también les resulta favorable esta posición. A la vez, resulta muy útil para drenar los conductos que se
encuentran en la cara externa de los pechos.
§ Acunar la parte posterior de la cabeza del bebé en la mano materna para que su nariz quede apuntando hacia el pezón.
§ Los pies y las piernas del bebé quedarán apuntando hacia atrás.
§ Usar la otra mano para sostener la mama.
§ Guíar al bebé hasta el pezón.
Tanto la posición de “cuna” como la “de rugby” funcionan perfectamente bien si la madre, en vez de estar sentada, está colocada en postura semi-reclinada.
§ Acunar la parte posterior de la cabeza del bebé en la mano materna para que su nariz quede apuntando hacia el pezón.
§ Los pies y las piernas del bebé quedarán apuntando hacia atrás.
§ Usar la otra mano para sostener la mama.
§ Guíar al bebé hasta el pezón.
Tanto la posición de “cuna” como la “de rugby” funcionan perfectamente bien si la madre, en vez de estar sentada, está colocada en postura semi-reclinada.
POSICIÓN DE CABALLITO: A pesar de ser una posición
menos frecuente, puede ser muy útil con bebés con dificultades para fijar el
pecho.
§ El bebé está sentado
a horcajadas sobre una de las piernas de su madre.
§ En esta posición
conviene que, al introducir el pecho en la boca del bebé, el pezón apunte
“hacia arriba” en dirección a su paladar, de forma que una buena porción de
pecho descanse sobre el labio inferior facilitando el agarre.
POSICIÓN ACOSTADA DE LADO EN PARALELO: esta posición facilita el descanso de la mamá y resulta muy práctica para amamantar por las noches. También sirve si todavía se sienten molestias tras el parto, sobre todo si ha sido sometida a una episiotomía o cesárea.
§ La mamá se acuesta de lado con el bebé muy cerca y con la cara a nivel del pecho.
§ Colocar una almohada detrás de la espalda del bebé
para evitar que ruede hacia atrás
Todas estas posiciones son
propias de bebés con una autonomía de movimientos todavía muy limitada. Los
bebés más mayorcitos pueden mamar cómodamente en las posiciones más
inverosímiles.
Lo importante es saber que no existe una única
postura o posición correcta apta para todos los binomios madre / hijo, sino que
cada binomio tendrá que buscar las posturas y posiciones que mejor se adapten a
sus mutuas preferencias y también a las características físicas de ambos.
Una buena postura de amamantamiento evita
complicaciones
como grietas en los pezones o mastitis.
Si sientes dolor, revisa tu postura y la
posición de tu bebé!
Julieta Frassoni
Lic. en Kinesiología y Fisioterapia
MP 6265
MP 6265
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