En la nota anterior, la Dra. Eliana
D´Angelo nos introdujo al tema del puerperio, describiendo los primeros cambios
que transcurren en esta etapa y los cuidados que la mamá debe realizar una vez
que llega a su hogar.
Dando continuidad con la temática y para
profundizar sobre las transformaciones que se van sucediendo en el puerperio, en
esta oportunidad voy a abordar el tema de la retención de peso tras el parto
que se vincula de manera directa con los hábitos alimentarios y el estilo de
vida.

La ansiedad por recuperar de manera
rápida la figura, muchas veces, lleva a tomar decisiones que pueden tener un impacto negativo en la salud de la mamá
y la práctica de lactancia materna.
La recuperación de peso tras el
parto es variable y depende de diversos factores, entre los que cuentan el
estado nutricional previo al embarazo,la calidad de la alimentación y la realización de actividad física.
Sumando el peso que correspondía al
bebé y la placenta, al parto o cesárea le sucede una perdida rápida de peso
debido a que se pierde líquido y disminuye de tamaño el útero. Posteriormente,
el descenso de peso suele ser más gradual durante los seis meses subsiguientes;
se estima que en promedio las mujeres retienen un kilo de peso alrededor de los
doce meses de nacido su bebé si lo comparamos con el peso previo al embarazo, y
pueden llegar a una pérdida mensual de peso de entre 500 gramos y dos kilos. Es
importante destacar que estos datos son un promedio, por tanto se debe respetar
la individualidad, diferencias y características de cada mujer.
A la vez, es conveniente saber que
las mujeres que amamantan no deben someterse a dietas restringidas en calorías ni
ayunos prolongados, ya que el acto de amamantar les representa una gran demanda
de energía extra.
A la hora de pensar y planificar el
descenso de peso retenido post parto, se debe ser realista, respetar los
tiempos de recuperación y proponer objetivos acordes al momento del puerperio
en que se encuentra la mamá.
A continuación se describen 8 recomendaciones generales en lo referente a la alimentación:
- Realizar entre cuatro y cinco comidas diarias.
- Elegir productos con bajo contenido en grasa que aportan los mismos nutrientes pero menos grasa que sus equivalentes enteros.
- Consumir diariamente frutas, verduras y hortalizas crudas y cocidas para cubrir las necesidades de vitaminas y minerales, fibra dietética y agua. Estos alimentos aportan volumen a la comida con un bajo contenido calórico.
- Incorporar alimentos ricos en calcio (lácteos descremados, almendras, semillas de sésamo, soja).
- Incluir a la dieta una adecuada cantidad de proteínas de buena calidad (pescado, huevos, carnes magras o legumbres).
- Moderar el consumo de aceite (2 cucharadas soperas al día).
- Beber agua (aproximadamente 2 litros/día) para lograr una adecuadamente hidratación.
- Evitar el picoteo entre horas y el consumo de alimentos ricos en grasa y azúcares (como gaseosas o jugos con azúcar, productos de panadería, snacks, golosinas, helados de crema, etc.).
es
preciso respetar el curso natural del periodo postparto y considerar el
acompañamiento profesional para mantenerte sana.
Lic. en Nutrición
MP N° 1409
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