martes, 28 de abril de 2020

¿Por qué se habla de “crisis de lactancia”?


Internet, libros, revistas y blogs destinadas a madres y padres  suelen abordar el tema de las denominadas “crisis de lactancia”, identificándolas con los periodos en los que se observa una demanda inusual y acrecentada de los bebés en relación al pecho. Debemos comprender que esta mayor demanda por parte del bebé es la manera que tiene de avisarle al cuerpo de su mamá que necesita producir más leche para poder cubrir las necesidades de energía (calorías) y nutrientes que está necesitando para seguir creciendo;  por eso es mejor pensar a estas etapas en término de “brotes de crecimiento”, como algo positivo que está sucediendo y no en termino de crisis, que tiñe estas instancias de una connotación más negativa.
Estas etapas o brotes de crecimiento, en especial durante el primer año de vida, no se observan con la misma intensidad en todos los bebés, incluso en algunas diadas mamá-bebé pasan más desapercibidas que en otras. Tienen como aspecto más negativo que a medida que el bebé crece, suelen ser un poco más largas, pero también tienen su aspecto positivo, y es que son transitorias, se resuelven y pasan!
Los brotes de crecimiento más habituales suelen ser los 3 que a continuación se describen:
# A lo 15-20 días : se observa en el bebé una mayor demanda de estar prendido al pecho, se puede observar que no quiere soltarse o quiere prenderse cada media hora, además suele llorar de manera enérgica si no tiene el pecho en la boca y a pesar de que suelen regurgitar leche quieren seguir mamando. Esta mayor demanda suele durar 3 a 4 días hasta que se regula la producción de leche
Al 1 y medio: también se observa una mayor demanda por parte del bebé, además se puede advertir que cuando esta al pecho se muestra nervioso, hace la toma dando tirones al pecho, llora y/o arquea su espalda con el pecho en su boca, tensa las piernas. Durante esta etapa también  suele coincidir con un cambio de composición de la leche materna que modifica su gusto, haciéndola un poco más salada, lo que puede producir un rechazo transitorio en el bebé porque no les gusta el cambio de sabor.  Generalmente en el lapso de una semana se regulan las frecuencias e intensidad de la tomas.  
A los 3 meses: para este tiempo que llevan compartiendo mamá-bebé el mecanismo de producción de leche se hace más eficaz, la mamá fabrica la leche en el momento que el bebé la necesita y se prende al pecho (por lo que sus mamas se tornan más blandas y pequeñas que los primeros meses de lactancia) y el bebé se ha vuelto un experto, vaciando el pecho en un corto tiempo también. Se suma como característico en esta etapa, un crecimiento acelerado, distracciones permanentes del bebé por estímulos de su entorno que esta descubriendo el mundo que lo rodea, lo que hace muchas veces que las prendidas sean exigentes y medio caóticas. Este brote de crecimiento suele extenderse un mes aproximadamente.

¿Cómo transitar estos brotes de crecimiento?
·         Confiar, empoderarse y estar segura de que la leche se está produciendo a pesar de pechos blandos y llantos y mayor demanda… hay que dejar que los cuerpos se acomoden a estas demandas.
·         Amor, paciencia, más upa y si nos animamos, probar el porteo.
·         Contención y acompañamiento de todo nuestro entorno que se conviertan en red de sostén (compañero/a, abuelas/os, tios/as, amiga/os) y se encarguen de aquello que por la gran demanda no estamos pudiendo hacer como compras, limpieza, cocina, etc.
·         Consultar con un profesional especializado y formado en lactancia.
·         Evitar incorporar suplementos de fórmulas en biberón (lo que implicaría menos succión y como consecuencia menos producción).

Estar informada acerca de estas circunstancias naturales y necesarias en los mecanismos de regulación oferta/demanda que favorecen un ajuste en la producción de leche materna para garantizar se cubran todas las necesidades del bebé, te brindan la posibilidad de transitar estas etapas con más tranquilidad sabiendo que tu bebé está bien.

Lic. Ma Eugenia Eppens
Lic. en Nutrición
MP 1409








Si te gustó esta nota, seguramente te puede interesar leer:  https://espaciogestar.blogspot.com/2019/12/los-beneficios-del-porteo-para-el.html

lunes, 6 de abril de 2020

Preeclampsia: la importancia de su detección oportuna

La gran mayoría de los embarazos se desarrollan de manera saludable, aunque puede suceder que se presente algún tipo de complicación, como es el caso de la preeclampsia. Esta condición es responsable de causar hipertensión arterial, daño a los riñones y otros problemas. Puede manifestarse en la segunda mitad del embarazo, en el parto o en el puerperio inmediato y es importante su detección oportuna, ya que si no se controla a tiempo, puede poner en peligro a la madre y al bebé.
A pesar de que se desconoce la causa que la produce, se reconocen algunos “factores de riesgo” que pueden predisponer a su desarrollo, entre los que  podemos nombrar:

  • No tener hijos previos (Nuliparidad)
  • Hipertensión crónica previa al  embarazo
  • Trastornos vasculares (ej., trastornos renales, vasculopatía diabética) 
  • Diabetes preexistente o gestacional 
  • Edad materna avanzada (> 35) o muy joven ( < 17) 
  • Antecedentes familiares de preeclampsia 
  • Preeclampsia en embarazos previos 
  • Embarazo múltiple
  • Obesidad 
  • Trastornos trombóticos (ej., síndrome de los anticuerpos antifosfolipídicos)

Si bien el diagnóstico es bastante sencillo, es necesario que la mujer embarazada realice y asista de manera regular a los controles prenatales, ya que como generalmente no da síntomas, puede ser detectada mediante mediciones rutinarias de la Tensión Arterial. Los elementos que se utilizan para diagnosticar son: valores de tensión arterial igual o mayor a 140/90 mmHg, con al menos otro criterio adicional que oriente a la pérdida de proteína por orina, falla en el funcionamiento de los riñones, del hígado, de los pulmones, síntomas a nivel cerebral o visuales.
A pesar de no existir ningún método preventivo conocido para esta enfermedad, si es posible realizar un diagnóstico y tratamiento oportuno de la preeclampsia para evitar que progrese a eclampsia, que es un cuadro de mayor gravedad para la mamá  y el bebé.

¿A qué síntomas y signos estar atentas?
Anteriormente se hizo referencia a que los síntomas de la preclamsia no siempre son obvios, especialmente durante su etapa inicial, sumado a que la forma de manifestarse puede variar de una mujer a otra. Algunos de los síntomas de la preeclampsia, tales como la hinchazón, las náuseas y el aumento de peso, podrían ser considerados molestias normales del embarazo.
Es por ello que es importante poder reconocer los signos de alerta para consultar oportunamente: 
  • Hinchazón/edema marcado en la cara y/o manos 
  • Hinchazón repentina o excesiva en los pies o tobillos.
  • Aumento de peso superior a 2 kg en una semana (relacionado con la retención de líquidos)
  • Dolor de cabeza intenso 
  • Alteraciones visuales 
  • Confusión 
  • Dolor en la parte superior del abdomen, intenso y continuo
  • Náuseas y/o vómitos incoercibles
  • Disnea, falta de aire
  • Accidente cerebrovascular (raramente) 
  • Disminución de la producción de orina (oliguria)
Una vez diagnosticada la preeclampsia, el profesional tratante definirá el tratamiento y conducta a seguir en función de lo que se considere más conveniente para la diada mamá – bebé.


La realización de los controles prenatales establecidos y la consulta oportuna ante la aparición de los signos de alerta,  permiten evitar la mayoría de las complicaciones provocadas por la preeclampsia.



Med. D'Angelo, Eliana
Esp. Med. Fliar. y Gral.
MP 32569







Si te gustó esta nota, seguramente te puede interesar leer:   https://espaciogestar.blogspot.com/2019/01/control-prenatal-cual-es-su-importancia.html