La diabetes gestacional es una de las complicaciones más comunes que
desarrollan las mujeres embarazadas. Es un tipo de diabetes que suele
manifestarse en el segundo o tercer trimestre de gestación, cuando se produce
una alteración en la tolerancia a la glucosa (azúcar en sangre), siendo
diagnosticada por primera vez en el embarazo.
No se conoce exactamente
por qué se produce, pero se sospecha que los cambios hormonales durante esta
etapa alteran el normal funcionamiento de la insulina, hormona que produce el páncreas: puede ocurrir que el
páncreas fabrique menos cantidad de insulina de la que se necesite o que las
células de tu cuerpo no respondan adecuadamente a la misma. Esta hormona es la
responsable de que la glucosa que incorporamos a la sangre a través de los
alimentos pueda ingresar a las células del cuerpo para utilizarla como fuente
de energía.
Dado que la diabetes gestacional habitualmente no
presenta ningún síntoma, entre las semanas 24 a 28 de gestación, los obstetras
solicitan la prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG), un test que permite
diagnosticar la diabetes gestacional.
En caso de que la prueba de positiva, los pilares para tratarla y mantener
adecuados niveles de azúcar en sangre son:
-Alimentación
equilibrada y con aporte de fibra alimentarias: las indicaciones en cuanto a la
alimentación no se diferencian demasiado de la
de una embarazada sin diagnóstico de diabetes. Deben realizarse las 4 comidas
principales, incluir en cada una de ellas alimentos fuente de hidratos de
carbono complejos y con alto
contenido de fibra ya que demoran más en digerirse y evitan un aumento rápido
de las glucosa luego de las comidas (legumbres, cereales integrales, vegetales,
frutas, frutos secos) y evitar el consumo de hidratos de carbono simple ( azúcar, bebidas y jugos
azucarados, golosinas, productos de pastelerías/ panadería realizados con
harina refinada y/o agregado de azúcar).
-Actividad Física: está comprobado que el ejercicio ayuda a mantener
niveles adecuados de glucemias. En caso de que tengas la autorización médica
para realizarla, puedes practicar 30 minutos diarios de caminata, yoga,
natación, esferodinamia o alguna otra actividad moderada.
-Medicación: cuando no se logra sostener niveles de glucemia dentro
del rango deseado con una alimentación saludable y equilibrada más actividad
física, es necesario indicar tratamiento con insulina.
-Automonitoreo: la embarazada con diagnóstico de diabetes gestacional debe realizar
monitoreo de las glucemias de manera diaria, lo óptimo es que practique las
mediciones en ayunas, antes y después de las comidas para alcanzar un óptimo
control. Para ello debe recibir toda la información y acompañamiento de los
profesionales tratantes.
¿Qué sucede una vez que nació el bebé?
Esta enfermedad suele
remitir una vez producido el nacimiento.
Entre las semanas 6 a 12 posparto es necesario realizar nuevamente pruebas
de laboratorio (PTOG) a aquellas mamás
que hayan padecido diabetes gestacional.
En caso de que la misma de negativo, se recomienda realizar test de control cada
3 años durante toda su vida y en caso de dar positivo, se diagnostica Diabetes
tipo 2 y debe recibir el tratamiento correspondiente.
Es importante conocer
que es probable que la embarazada puede
volver a padecerla en futuros embarazos y que algunas mujeres que tuvieron diabetes gestacional, puedan desarrollar
diabetes con el transcurso de los años.
Realizar los controles de rutina durante el embarazo permite
acompañar el estado de salud de la mamá y el bebé durante esta etapa, a la vez
que favorecen la detección temprana de enfermedades, tal como la diabetes gestacional, favoreciendo el
tratamiento oportuno para prevenir complicaciones en la diada madre-hijo.
Ma. Eugenia Eppens
Lic. en Nutrición
MP 1409
Bibliografía:
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