Si estás embarazada
seguramente has escuchado hablar acerca de unas de las complicaciones más frecuentes
durante esta etapa: la anemia por
déficit de hierro o anemia
ferropénica. En la Argentina, según los datos aportados por la Encuesta de
Nutrición y Salud (2005), 3 de cada 10 mujeres embarazadas la padecen y aunque
no suele ser una complicación seria, debemos prevenirla y/o tratarla
oportunamente.
Para comprender mejor el
tema, es importante conocer que la sangre está compuesta- entre otros elementos-
por glóbulos rojos que son un tipo de células
sanguíneas que contienen una proteína rica en hierro (es la que le da el color
rojo característico a la sangre) llamada hemoglobina,
y tienen la importante tarea de llevar el oxígeno a todas las células del
cuerpo. Cuando los valores de hierro son insuficientes, hay un número menor de
glóbulos rojos y menor producción de hemoglobina y consecuentemente anemia ferropénica.
Es más habitual que se
diagnostique en el segundo y tercer trimestre de embarazo debido a dos razones:
por un lado la cantidad de sangre aumenta hasta un 50% en el cuerpo de la
mujer, lo que provoca una mayor dilución de la hemoglobina en la sangre y por
otro, la mayor demanda por parte del bebé y la placenta para lograr adecuado
crecimiento y maduración.
Los síntomas pueden
variar de una mujer a otra, e incluso no presentarse en caso de anemias leves.
Entre los más habituales podemos mencionar: palidez, cansancio, debilidad,
mareos, sudoración, vértigo, dolor de cabeza, taquicardia, respiración
entrecortada, ansiedad, irritabilidad o problemas para concentrarte. Muchos de
ellos son habituales en todas las embarazadas, por lo cual suelen confundirse
con los de la anemia.
¿Cómo prevenir
y/o tratar la anemia?
- Llevar una dieta que aporte alimentos fuente de hierro: carnes rojas y blancas, legumbres (lentejas, garbanzos, soja, porotos), vegetales de hojas verdes (espinaca, acelga, brócoli, etc.), yema de huevo, cereales integrales (quinoa, trigo, avena, etc.) y alimentos fortificados.
- Se recomienda incluir en cada comida alimentos ricos de vitamina C (pimiento, cítricos, kiwi, frutilla, tomate) ya que favorecen la absorción de hierro en el intestino; y evitar el consumo de aquellos que la entorpecen (café, té y alimentos ricos en calcio).
- En caso de
ingerir hierro como suplemento, lo ideal es tomarlo en ayunas o alejados de
las comidas para su mejor aprovechamiento. Dado que muchas veces no es bien tolerado
(puede producir efectos molestos tales como
nauseas, inflamación abdominal, diarrea o constipación con heces de
color muy oscuro), es preferible ingerirlo en momentos diferentes del día y observar cuándo es mejor
tolerado.
Llevar una
alimentación saludable con alimentos fuente de hierro, realizar los exámenes de
control de manera periódica para un pronto diagnóstico e ingerir los
suplementos en caso de que sean indicados, son las estrategias adecuadas para
prevenir o tratar la anemia y favorecer tu estado de salud durante tu embarazo
y el crecimiento apropiado de tu bebé.
Lic en Nutrición
MP 1409
Bibliografía:
-Evaluación
del estado nutricional de niñas, niños y embarazadas mediante antropometría
(Ministerio de Salud de la / Organización Panamericana de la Salud. 2009)
-Encuesta
Nacional de Nutrición y Salud 2005. Documento de resultados 2007. Ministerio de
Salud de la Nación, Argentina.
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