
Las investigaciones sugieren la
importancia que tiene la implicación de los padres en la crianza de los hijos
para su desarrollo social, intelectual y emocional: estimula el crecimiento
saludable, el desarrollo de la empatía y aptitudes sociales, fomenta un mejor
rendimiento académico y disminuye los problemas emocionales y de conducta.
En cuanto a las madres, la presencia del
padre influye positivamente en los cuidados de la salud materna pre y
posnatales y en la experiencia del parto. Además, su participación activa en la
crianza disminuye la tensión y el estrés que implica el cuidado de los hijos y
del hogar, mejorando su calidad de vida. También alienta prácticas saludables de
crianza como la lactancia materna, la vacunación y el cuidado en general de los
niños.
Por otro lado, está comprobado que los
padres activos son más felices, tienen una mejor salud física y mental, menos
estrés y menor riesgo de sufrir accidentes y de abusar de alcohol y/o drogas.
Dado que, como se mencionó, los padres
influyen en el desarrollo de sus hijos/as y esta experiencia tiene
consecuencias tanto en sus propias vidas como en la de su familia, diferentes
iniciativas se orientan a apoyar “la paternidad activa” y están haciendo de
este cambio cultural cada vez más una tendencia.
Ser un padre activo es:
- Involucrarse en todos los momentos del desarrollo del hijo/a, desde el embarazo hasta la adolescencia inclusive, compartiendo desde el inicio este proceso con la madre.
- Participar activamente en las tareas diarias relacionadas con el cuidado y la crianza del hijo/a, las cuales variarán según su edad. Por ejemplo, el papá puede alimentarlo, higienizarlo, vestirlo, cuidarlo, hacerlo dormir, entretenerlo, pasearlo, calmarlo, leerle cuentos, prepararle la bolsita del jardín, ayudarlo en sus tareas escolares, acompañarlo a sus actividades extracurriculares, etc.
- Compartir con la madre no sólo las tareas de cuidado y crianza del hijo/a sino también las tareas domésticas diarias.
- Promover una crianza respetuosa a través del buen trato, el diálogo y el respeto con los hijos y la madre.

Si al involucrarse en el cuidado de sus hijos, los padres
fomentan el desarrollo saludable de éstos y, al mismo tiempo, transforman sus
propias vidas y la de su familia, habría que reflexionar entonces sobre la
importancia de abrir más espacios de preparación integral para la paternidad.
Lic.
en Psicología
MP
4933
Más información en:
Estado
de la Paternidad. América Latina y el Caribe, Promundo, 2017.
Guía
de paternidad activa para padres, Unicef, 2014.
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