Toda
mamá que durante la lactancia se extrae leche necesita conocer adecuadas
técnicas de conservación que favorezcan tanto la calidad nutricional como la
inocuidad de este preciado alimento para su bebé. A continuación respondemos
las inquietudes más habituales que se realizan las mamás sobre este tema:
§ ¿En qué lugar guardarla?
A qué temperatura? Cuál es el tiempo máximo de almacenamiento?
Es
preferible contar con acceso a una heladera para guardar la leche extraída, aunque
no es imprescindible que sea de uso exclusivo. En la siguiente tabla se detalla
el tiempo de permanencia de la leche extraída según lugar de conservación
disponible:
Tipo de leche materna
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Temperatura ambiente
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Heladera
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Congelador
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Freezer
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Recién
extraída
en
un recipiente cerrado
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6-8
horas (25ºC o menos)
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3-5
días (4ºC o menos)
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2
semanas (en el
compartimento congelador dentro de la heladera)
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3
-4 meses. (En freezer que es parte de
la heladera pero con puerta separada.)
6 meses o más. (En freezer tipo comercial
con temperatura constante de -19 grados C)
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Previamente
congelada descongelada en heladera pero no calentada ni usada
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4
horas o menos (hasta la próxima toma)
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24
horas
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No
volver a congelar
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No
volver a congelar
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Descongelada
fuera de heladera, en agua caliente
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Sólo
hasta que termine la toma
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4
horas o hasta la próxima toma
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No
volver a congelar
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No
volver a congelar
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La
leche que sobra de la toma
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Sólo
hasta que termine la toma, luego desechar
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Desechar
|
Desechar
|
Desechar
|
§ ¿En qué tipo de
recipientes es mejor almacenar la leche?
Pueden
utilizarse envases de plástico duro o de vidrio aptos para alimentos o bolsas
especialmente diseñadas para el almacenamiento de leche materna.
Siempre
se recomienda guardar la leche extraída en la heladera lo antes posible hasta
usarla o congelarla, priorizar el uso de leche fresca (no congelada) y congelar
la leche que seguro no vayas a usar antes de los tres días.
Si
la decisión es congelar la leche, se sugiere guardarla en pequeñas cantidades
(50 – 100 cc) para poder descongelar solo la que tu bebé vaya a tomar y etiquetar siempre los
recipientes con la fecha antes de almacenarlos a fin de ir descongelando los
más antiguos. Recuerda que debes enfriar la leche en la heladera si quieres
agregarla a un envase que ya tiene leche congelada y evitar llenar los recipientes
más de tres cuartos de su capacidad, ya que la leche va a expandirse al
congelarse.
Debes
optar por el recipiente con fecha más antigua y descongelar directamente bajo
agua tibia corriente o sumergiéndola en un recipiente con agua tibia o manteniendo
la cadena de frio (del congelador/freezer bajar a la heladera). Una vez que
este descongelada debes removerla bien y controlar la temperatura de la misma
antes de ofrecérsela al bebé.
Como
última recomendación, se desaconseja descongelar la leche en microondas y/o directamente
en el fuego para evitar la perdida de nutrientes esenciales.
Pon en
prácticas estas técnicas para la adecuada conservación de la leche y te
asegurarás de que tu bebé reciba todo los nutrientes que necesita para crecer
sano.
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