jueves, 22 de abril de 2021

Del balbuceo a las palabras: el desarrollo del lenguaje en el bebé


Desde su nacimiento, los bebés disponen de diferentes formas para comunicarse: a través del llanto, gestos, etc. trasmiten sus necesidades como el hambre o el sueño y también sus estados emocionales como por ejemplo el miedo. Conocer sobre el desarrollo del lenguaje de nuestro bebé es importante para poder acompañarlo y estimularlo.


 Cuando se aborda el tema de la comunicación del bebé se distinguen dos etapas: la prelingüística y la lingüística. La comunicación prelingüística es aquella que se da a través de expresiones faciales, gestos, sonidos (arrullos, llantos, gorjeos, murmullos), imitación y otros medios no lingüísticos, como los “gritos para expresar enojo o frustración o el “señalar con el dedo para pedir algo. Las primeras formas de comunicación de los niños son entonces prelingüísticas.

Dentro de esta etapa encontramos el balbuceo: la emisión de sonidos parecidos al lenguaje pero sin significado, que se inicia a los 2 o 3 meses de edad y continúa hasta aproximadamente el año de vida. Al comienzo, los bebés repiten el mismo sonido vocal una y otra vez, cambiando el tono de alto a bajo (E-e-E-e-EEEEE-eeee-EEEE). Después de los 5 meses, estos sonidos se expanden reflejando el aumento de las consonantes (pa-pa-pa-pa-pa). Progresando el balbuceo de sonidos simples a complejos hasta que, a la edad de 6 meses, refleja los sonidos del lenguaje a los que el niño está expuesto.

La repetición de los sonidos que realiza el bebé por parte del adulto, posibilita que se sostenga una comunicación prelingüística. Estimula que se simule el acto de dar y recibir en la comunicación, enseña al bebé acerca de la toma de turnos y la comunicación de ida y vuelta.

Las habilidades prelingüísticas mencionadas son suplantadas cuando los gestos abren el paso a una nueva habilidad comunicativa: la producción de una palabra real; iniciándose aquí la etapa de la comunicación lingüística. Por lo general, los bebés pronuncian sus primeras palabras entre los 10 y los 14 meses. Su vocabulario se incrementa rápidamente, llegando a los 15 meses a pronunciar 10 palabras aproximadamente.

 Por otro lado, es importante distinguir entre la comprensión lingüística, la comprensión del habla, y la producción del lenguaje, el empleo del mismo para comunicar. El principio que rige es el de que la comprensión precede a la producción. Un bebé de 18 meses es capaz de comprender una serie de instrucciones complejas, como por ejemplo “levanta tu abrigo del suelo y ponlo en la silla que está junto a la mesa” pero tal vez aún no pueda decir más de dos palabras juntas al hablar.

 Recomendaciones para favorecer el desarrollo del lenguaje:

     Ponte frente a tu bebé, cara a cara, cada vez que se puedas. Recuerda que lenguaje es tanto verbal como no verbal y que atraviesa diferentes etapas en su desarrollo.

     Mantén conversaciones con tu bebé. Habla con él, escucha sus balbuceos y luego vuelve a hablar, como tomando turnos.

  Imita los sonidos que el bebé o el niño hace. Ya sea los sonidos de su balbuceo o, si es mayor, los que pueda hacer al jugar por ejemplo mientras empuja un autito (roooommmm).

    Introduce sonidos nuevos. Por ejemplo, si el bebé dice ma-ma-ma puedes responderle ta-ta-ta.

Cambia también el tono, la intensidad y la velocidad al hablar con tu bebé. Esto atraerá su atención.

 Realiza actividades cotidianas con el niño y ve comentándole qué están haciendo, con qué, por qué.

   Refuerza positivamente su comunicación, ya sea con una sonrisa o diciéndole ¡muy bien!

 

El lenguaje constituye la base para la comunicación. Está vinculado con la forma en la que las personas pensamos y comprendemos el mundo. Por ello, es importante acompañar y estimular el desarrollo del lenguaje de nuestros niños.

 

Cecilia D’Angelo

Lic. en Psicóloga

MP 4933




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