Este método, que consiste en el contacto piel con piel entre el recién
nacido y su madre, humaniza la calidad asistencial y complementa positivamente
los tratamientos médicos que el pequeño requiera.
Las investigaciones demuestran que
ayuda a la termorregulación, mejora la estabilidad cardiorrespiratoria y
favorece la estabilización de los niveles de glucosa del recién nacido. También
disminuye el estrés, favorece el descanso tranquilo, facilita el establecimiento del vínculo afectivo madre-hijo y
el inicio satisfactorio de la lactancia materna. Los estudios demuestran que el método canguro
promueve una evolución positiva, disminuyendo la morbilidad y mortalidad en
lactantes de bajo peso al nacer.
Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS) es un método sencillo y eficaz que fomenta la salud y el bienestar
tanto de los recién nacidos prematuros como de los nacidos a término. Por otro
lado, también proporciona beneficios a la madre, ya que el estrés también
disminuye en ella, favoreciendo la vinculación con el bebé, el desarrollo de su
confianza y la satisfacción materna.
Por estas razones y beneficios es que
hoy la OMS y la Academia Americana de
Pediatría (AAP) recomiendan que inmediatamente después del nacimiento, los
niños sean puestos en contacto directo piel con piel con su madre, sin
diferenciar si son prematuros o nacidos a término.
Tips
contacto piel con piel:
·
Tras el nacimiento, colocar al recién nacido
desnudo, boca abajo y con la cabeza ladeada, sobre el pecho o el abdomen de la
madre. Se puede cubrir a ambos con una manta.
·
Evitar durante el contacto piel con piel que
la boca y la nariz del recién nacido se obstruyan.
·
La madre debe estar acompañada por quien ella
desee. Si está muy cansada, el acompañante vigilará al bebé, aun cuando esté
encima de ella, garantizando su seguridad.
·
También puede ser el padre u otro adulto quien
realice el contacto piel con piel con el bebé en caso de que la madre esté muy
cansada o adormilada.
La primera hora después del nacimiento de un bebé es muy
importante para la madre y su hijo. Se produce un reconocimiento mutuo y es la
oportunidad de establecer un vínculo afectivo y de iniciar la lactancia
materna. El contacto piel con piel precoz favorece este primer encuentro y la
adaptación posnatal tanto del recién nacido prematuro como del nacido a
término, con beneficios para el bebé y
la mamá, tanto a nivel físico como emocional.
Cecilia D’Angelo
Lic.
en Psicología
MP
4933
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